Se entiende como astilla los restos de mecanizado de madera, que sirven como alimentación para el funcionamiento automático de combustión de madera. Las astillas pueden tener diferentes orígenes. Se distinguen astillas de madera fresca del bosque, restos de madera de aserraderos, de la conservación del paisaje, madera vieja sin utilidad, madera vieja y plantaciones de crecimiento rápido.

La calefacción por astillas es razonable económicamente desde una demanda energética de 20 kW y es lo más apropiado para complejos de edificios mayores. Sin embargo, astillas menores con tamaños de unos 3 cm sirven también para su utilización en instalaciones pequeñas. Las astillas más grandes se emplearán en instalaciones de calefacción por biomasa de mayor tamaño.
Rendimiento de hasta el 95,3 %
El tornillo sin fin del stoker (cargador automático de la caldera) transporta el combustible hasta la cámara de combustión. El nivel de llenado es controlado por el sensor de la cantidad de material. El encendido se realiza mediante un ventilador de aire caliente. El aire primario es suministrado a través de la parrilla por medio de un ventilador primario con regulación continua del número de revoluciones. El aire secundario es soplado por un ventilador de aire secundario con regulación continua del número de evoluciones a través de los elementos de postcombustión.
La regulación se realiza en base a la capacidad de la caldera, al valor lambda y al vacío parcial en la cámara de combustión. Los gases de combustión fluyen a través del intercambiador de calor multitubular y ceden la energía al agua de la caldera con ayuda de los tubuladores de limpieza. El ventilador de tiro por aspiración genera el vacío parcial necesario que es controlado y regulado por el dispositivo de medición del vacío parcial. Las cenizas que caen son transportadas por los elementos de limpieza hasta el tornillo sin fin de extracción de ceniza.